

Además, el pastor de la Iglesia bautista denunció ante los congresistas “la continúa violación” de los derechos humanos en la isla, especialmente, en su caso, en materia de libertad religiosa y acusó a las autoridades cubanas de tratarlo como un “narcotraficante” cada vez que entra y sale del país.
Por su parte, el también opositor Antonio Rodiles subrayó ante los congresistas que Cuba continúa siendo “una dictadura militarizada” que lejos de pretender abrir caminos al libre comercio, pretende aprovecharse del aperturismo para enriquecer al propio régimen.
“El plan es garantizar la continuidad del autoritarismo con la connivencia de la comunidad internacional” y procurar un futuro dictatorial “a la próxima generación de Castros”, insistió el disidente cubano.
“La idea no es abrir un mercado poco a poco para crear una clase media, sino crear un monopolio para la gente que está en el cuerpo militar”, agregó.
Sylvia Iriondo, presidenta de la asociación Madres y Mujeres contra la Represión en Cuba, reiteró que a los ciudadanos cubanos se les siguen negando los derechos humanos fundamentales y consideró equivocada la nueva política estadounidense hacia la isla.
Iriondo protagonizó un tenso intercambio con el congresista demócrata Alan Grayson, quien le preguntó si a su parecer el embargo estadounidense hacia Cuba durante los últimos 50 años había tenido un efecto positivo a favor de los derechos de sus ciudadanos y en su búsqueda de la democracia.
La opositora, quien rehusó responder directamente con un sí o un no, afirmó que el embargo era una política “solidaria” de Estados Unidos hacia el pueblo cubano, aunque no corroboró que tuviera efectos positivos en la mejora de la situación del país. EFE
Tomado de Cuba Net